Formosa 26 de febrero de 2021
Concepción “Pity” Coene es una de las seis mil personas de Clorinda que recibieron la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus.
Soledad Yorg, referente del Partido Comunista y del Colectivo Mujeres de Formosa, es la hija y quien la acompañó desde el inicio de la pandemia en Clorinda. Habló con Patio de Voces.
El pinchazo fue “Un evento histórico por donde se lo mire para la ciudad de Clorinda. A partir de hoy todo adulto de 60 años que viva en ésta ciudad, estará inmunizado, protegido ante una peste impensada” dice Soledad Yorg.
Es que para muchos hijos y familiares esta pandemia llegó de la mano del encierro, las limitaciones y el miedo, principalmente para los adultos con un sólido antecedente de riesgo como el caso de Pity y sus hermanos.
“Mi mamá tiene 68 años, mi tío 74 y tía 61. Somos una familia golpeada por enfermedades oncológicas. Mis dos tías han superado un cáncer, pero mi primo de 40 y un tío fallecieron por la enfermedad. Esta situación nos llevó a ser muy cuidadosos con la salud” cuenta Soledad.
“En mi familia somos Mamá, dos tías, un tío, primos y mi hijo que coincidimos en Clorinda por un feriado largo y entonces se declaró la pandemia. Nos quedamos para cuidarlos y cuidarnos».
El día a día, sobrellevar la situación de manera sana hizo que planearan una organización para cada cosa “Yo me encargaba de hacer las compras familiares. Con cuidado y respeto. Tratábamos de manejar información que no los alarme, seleccionar lo que miraban, ellos no miran TN porque los enferma peor. El parte diario de la Mesa del Covid fue y es un ritual familiar. Y mamá se comunicaba con los psicólogos que se pusieron a disposición”
Para quienes pasaron por situaciones similares fueron meses muy duros, de preocupación por la salud de los seres queridos, como todos y todas, cada día calculando cuánto faltaba para que llegue el pinchazo.
Y llegó. El viernes 26 quedará marcado en el calendario de la historia familiar de los Yorg y así lo describe Soledad “Y ahí estábamos con Gero y mami, tres generaciones compartiendo la tranquilidad del nuevo tiempo. Y recordé lo que una vez me dijo mi primo y compadre cuando a su madre le dieron el alta «el sol prima, brilló más que nunca» y yo hoy sentí eso, que el sol brilló más que nunca. En un instante sentí la calidez del futuro”
“La vacuna siempre fue la esperanza, el sueño anhelado. Pero nunca pensé que le tocaría a mamá. Empezamos a vivir otra etapa. La certeza ya es otra. El domingo se vacunó mi tío y mamá lo acompañó. Esa imagen de ellos de » punta en blanco», preparados para lo que fue el gran evento de sus vidas en salud pública. Lloré. Lloramos todos”