«Se está lejos de conseguir que las mujeres sean parte de la dirección de la ciencia»

La doctora en Ciencias Físicas e investigadora del CONICET Silvia Goyanes dialogó con el programa Ciudad Invisible, de Radio UNNE 99.7, luego de ser galardonada recientemente con el premio L’Oreal-UNESCO «Las Mujeres en la Ciencia». Además de detallar su trabajo, reflexionó sobre la situación de las científicas y de la ciencia en el país.

Silvia Goyanes es doctora en Ciencias Físicas, directora del Laboratorio de Polímeros y Materiales Compuestos de la UBA e investigadora del CONICET. Fue galardonada con el premio L’Oreal-UNESCO «Las Mujeres en la Ciencia», que apunta a reconocer el aporte de la mujer al progreso científico. Su trabajo se titula «Inmovilización de nano absorbentes en membranas nanofibrosas electroestiradas para remoción de contaminantes en agua dulce”, priorizando nano estructuras mil veces más chicas que un cabello. En charla con el programa Ciudad Invisible de Radio UNNE 99.7 dio impresiones sobre el premio, la situación de las científicas y de la ciencia en el país.

«Las mujeres tenemos varios problemas, llegamos a los cargos más altos en una cantidad muy inferior a los hombres. Desde el punto de vista científico es esperable ya que, según una ley de materiales, los iguales prefieren a los iguales; entonces, si los que mandan en ciencia son hombres, es lógico que tomen hombres», reflexionó utilizando una analogía propia de su disciplina. A esto, agregó que «un material que tiene dos componentes muchas veces mejora a uno que tiene uno solo; ese sería el caso donde los que dirigen y organizan son tanto hombres como mujeres». Sostiene que la riqueza que le da una mujer como parte de ese grupo directivo es lo que se está perdiendo y lejos de conseguir en Argentina.

Dijo «Pensamos dos problemas concretos: el arsénico y otro los compuestos que se generan cuando uno tiene una refinería cerca que utilizan diversos compuestos que son muy difíciles de sacar cuando están en muy pequeña cantidad porque son invisibles en agua y generan un daño enorme» y agregó que los los filtros que diseñan requieren un cierto tiempo para que las partículas se aíslen, con lo cual, «no son para la canilla», como los que se comercializan al público.

El equipo de trabajo de Goyanes está compuesto en su mayoría de por becarios de doctorado y sólo somos investigadores «full time» con fuertes colaboraciones con químicos orgánicas e inorgánicos y gente de ingeniería e materiales.

En cuanto a su iniciación en la temática ambiental, introduce su cotidianeidad en el conurbano bonaerense. «Me molestaba ver bolsas tiradas por todos lados. Comencé a dedicarme diseñando bolsas biodegradables e intenté hacer plásticos bio. Ese tipo de líneas siempre me gustó, ya que vivo en una zona rodeada de contaminación. Y en los últimos años empezamos a ver cuáles eran las líneas que en el mundo seguían sin resolver eran las vinculadas al agua dulce y desalinización», detalló.

¿Cómo es hacer ciencia en la Argentina? 

Sobre el final de la entrevista, se refirió a la situación de la ciencia en Argentina y las dificultades que implica. «El problema está en lo que es la vinculación universidad-empresa, es un paso en el que hay que trabajar muchísimo porque la empresa tiene que conocer los desarrollos de la universidad. Falta la discusión y que se aceleren los tiempos en firmar los convenios», critica. Posiciona al Estado como garante para «acelerar los tiempos», ya que los considera muy largos para los que espera una empresa y que además hacen «envejecer la investigación».

Por otra parte analizó la cuestión del financiamiento privado para hacer ciencia: «Si no hay plata, es casi imposible hacer ciencia aplicada. Estamos poniendo muy poca en I + D (investigación y desarrollo) , posiblemente porque la gente no logra ver que haya productos en el mercado creados por el sistema científico. Este problema está dado por el acompañamiento de la empresa. Hay que dar un enfoque distinto de cómo se da la transferencia del desarrollo, cómo se lo hace y cómo nos vinculamos desde más chicos con la empresa», reflexionó. Finalmente, tomó el ejemplo de China: «Una de sus premisas desde la escuela primaria es que innoven siempre».

Fuente: http://medios.unne.edu.ar

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