16 febrero de 2021
Amadeo y Anselmo tienen cosas en común: además de la primera letra de sus nombres, son personajes de cuentos para chicos creados por dos autoras nacionales, Graciela Montes y Cristina Macjus. Pero, además, Amadeo y Anselmo son gigantes. En realidad, como dice Montes en su cuento, “no es que Amadeo fuese exactamente un gigante, pero lo cierto es que las casas y las cosas le quedaban chicas”. Anselmo, por su parte, es un gigante enamorado de un hada. Y no les digo nada más para que se tiren de cabeza en la lectura de estos relatos y otros extraordinarios que seleccionamos. Pasen, lean y suspiren.
Amadeo y otra gente extraordinaria, de Graciela Montes (Alfaguara). ¡Qué felicidad me da volver a leer los cuentos de Montes! Es una lectura placentera, repleta de guiños inteligentes, juegos de palabras y delirio. Además de las peripecias de Amadeo, que tiene una vida complicada debido a su gran tamaño y a que llora gladiolos, la autora cuenta también cosas raras que le pasan a Carmela, que tiene cinco gatos, un sombrero “devengodelejos” y un problema: habla mucho y las palabras se le convierten en objetos y hechos. Un día dijo que un vecino iba a tirar la casa por la ventana y, bueno, así fue. Literalmente. En el libro están también Luis y un odioso Monstruogris y Carloncho, el gato de Ramón, que sabe jugar al truco. No lo duden: lean con los chicos las cuatro historias incluidas en este libro reeditado en febrero con ilustraciones de Héctor Borlasca.
Anselmo Tobillolargo, de Cristina Macjus (Alfaguara). “Esta es la historia de un gigante que se enamoró de un hada”, dice la autora en el inicio del relato. Novedad del mes, el libro tiene ilustraciones de Vanessa Zorn y es la primera novela infantil de la autora de La remolacha gigante y El poroto mágico, entre otros títulos. La cuestión es que Anselmo se enamora de Pipita y el del gigante fue amor a primera vista. Pero, como los amores a veces no son cosa sencilla, Anselmo se pone a deshojar un molino de viento. Sí, parece que los gigantes no deshojan margaritas para saber si alguien los quiere o no los quiere. Divertida, ingeniosa y poética, es una historia de amor que produce risas y suspiros.
Amor, amor, de Luciana De Luca y Ana Sanfelippo (Periplo). Seguimos con los libros sobre el amor en todas sus formas. En este álbum de formato chico y cuadrado, que integra la colección Los chiquitines, el amor aparece en abrazos entre padres e hijos, en un llamado desesperado a media noche, en juegos entre amigues, en canciones y en regalos. Como dice esa canción (“Love is in the air”), el amor está aquí, allá y en todas partes.
¿Qué siente Lolo?, de Verónica Podestá (La Brujita de Papel). También ilustrado por Héctor Borlasca, es un librito para nenes y nenas de alrededor de dos años que propone un juego con emociones como el enojo, el miedo, la tristeza y la alegría. Cada escena plantea una situación que dispara una sensación y una pregunta: ¿qué podemos hacer para sentirnos mejor?
La desobediente, de Paula Bombara (Loqueleo). Dirigida a lectores adolescentes y jóvenes, la nueva novela de la autora de La chica pájaro, entre otros títulos para distintas edades, está narrada en formato epistolar. En la trama aparecen una joven huérfana adoptada por sus tíos, el doctor Viktor Frankenstein, su célebre criatura y la ciencia como protagonistas. Con el trasfondo de los grandes avances de la ciencia a fines del siglo XVIII, la novela rinde homenaje a las primeras feministas, esas mujeres que lucharon para poder estudiar, investigar, enseñar y enamorarse sin aceptar imposiciones.
Por Natalia Blanc-La Nación