Partidaria de que haya sanciones que tengan que ver con la reparación, la
Directora de Libres de Bullying disertó en Formosa convocada por la
Agremiación del Docente Formoseño. Brindó además un recorrido
sugerido de acciones para los docentes.
“No todo es bullying y no sé por qué paso. Por la prensa, por moda, no lo sé.
Se lo utiliza para muchas cosas, y eso genera la banalización de los términos.
¿Qué es el bullying? Primero, es una forma de violencia y es utilizado solo para
el grupo de los adolescentes. El bullying no es molestar a otro. Para que exista
debe haber alguien denigrado. Uno no agrede a cualquiera, agrede a ese que
le dará sentido a la agresión y se empieza a transformar en abusivo” sostiene
la especialista.
Señaló que los docentes no son magos y que no hay una receta mágica para el
tema. Caminar la escuela es una de las formas de estar al tanto. En Formosa
“impresionan por lo grande y hermosos los edificios. Seguramente lo hacen, no
tengo dudas, no es sencillo estar atentos con los cinco sentidos, porque se
puede percibir cuando algo está sucediendo. Probablemente no podrán con
todo, pero formar redes internas puede ser el principio para poder desarmar
esa situación”.
Continuó explicando que el recorrido sugerido sería, en primer lugar, “registrar
la vía por donde nos llega el pedido de ayuda. Si es un compañero ya es
algo fuerte que puedo tomar porque es alguien que quiere ayudar, que cree
que eso que le está pasando a su compañero no está bueno. Entonces ahí
tengo alguien a quien convocar. Si me lo dice la familia, sé que primero habrá
que contener porque las madres llegan desbordadas y eso no ayuda”.
Remarcó: “Lo que decidan hacer es lo principal. El chico debe saber que eso
es confidencial. Confidencial quiere decir que cómo docente no voy a comentar
en la sala de maestros o en el grupo de WhatsApp. Porque no son los canales
adecuados. Si un chico lo pudo contar o escribir espera que suceda algo. Y no
que no pase nada. Habló y no se lo registró, mejor se hubiese quedado callado.
Eso es lo que va generando más daño todavía. La NO respuesta. Y La NO
respuesta es lo peor que le puede pasar”
Es importante “Registrar el hecho, que va más allá del acta, que seguro lo
hacen. Porque si mañana pasa algo y ese docente no está, el chico no tiene
que estar repitiendo 25 veces lo que le pasó; porque ya lo contó. Cuidar y no
romper esa confianza. Preguntar con calma, con paciencia, no hostigar, que
fluya”.
“Suele pasar que el chico que está en esta situación generalmente dice “todos
me molestan” “nadie me quiere” y lo que tengo que hacer es sacarlo de ese
“TODO-NADIE” porque en general en un curso de 25 no son “todos ni nadie”
seguramente son cuatro o cinco que molestan, los poderosos, cancheros, top,
los temidos. Y el Bullying NO es molestar a otro. Debe haber alguien denigrado
y alguien que denigra, otros que festejan o que no hacen nada. Una
intervención inmediata es desarmar ese grupo. Hablar uno por uno con
esos chicos porque si los cito a los cinco o seis, juntos se van a sostener. Se
apoyarán en la fuerza que se dan en patota. Tengo que lograr conectar a cada
uno de ellos con el dolor de ese chico al que hostigan”.
Entonces “Revertir las cosas. Desarmar el grupo. Trabajar la convivencia. Que
logren diferenciar que está bueno “ser parte del grupo que ayuda” y no “del
grupo hostigador” romper con el miedo y llegar a diferenciar el significado entre
ser solidario y ser buchón. Es muy importante porque está mal visto ir a pedir
ayuda. Ser bueno, ser solidario, es de buchón”
Hablar con quién hostiga.
Para la especialista cuando suceden estos casos “Las cosas no pueden quedar
como que no pasó nada. No es lo mismo portarse bien que portarse mal. Ahora
qué es lo que uno hace es lo que cambia. La sanción tiene que estar en el
acuerdo de convivencia y se debe considerar el sufrimiento del compañero. El
chico tiene que saber que, si desprecia, ningunea, se burla o daña tiene una
consecuencia”.
¿Cómo hago? Primero NO lo acuso. Ese chico que hace Bullying está
pidiendo a los gritos que lo miremos. Pide ser reconocido. Porque se hace el
malo. Él no es malo. Y esto a veces cuesta entender. No se le puede decir “Vos
SOS un antisocial, un agresivo. ¡NO! Lo que estás haciendo es lo que
sanciono, no a vos. Y entonces ahí se podrá dar vuelta a la situación. Y suele
pasar en esta etapa que los padres piden la sanción pública, el escarmiento,
que se lo exponga, si es posible en la cartelera la sanción que se le puso a ese
chico que se porta mal. Y eso no educa a nadie. Y eso es difícil de sostener,
porque si yo lo humillo genero más odio y le estamos poniendo fichas al odio”.
Finalmente pidió trabajar la reparación, expresó: “Pero de verdad. Porque sino
toda la vida se quedará entrampado en esa situación sin olvido. Y algo
más…Cuando al pibe le dicen “si te agreden pedí ayuda”. Todo bien, pero
muchas veces no sabe dónde. Ni con quién. La ayuda debe tener un nombre,
esa persona que le genere confianza”.