12 de julio de 2021-Formosa
El Dr. Jorge Sánchez Negrette, médico otorrinolaringólogo y responsable de la Unidad de la Vía Aérea del Hospital de Alta Complejidad “Pte. Juan Domingo Perón” aseguró que la desaparición del olfato y los sabores sufrieron una preponderante importancia en esta pandemia. Hoy en día sabemos que si se produce una pérdida del olfato tenemos mucha chance de padecer la enfermedad por covid 19.
La infección por coronavirus altera la percepción del olfato, su rehabilitación genera tres veces más posibilidades de recuperarlo y de manera más rápida.
El olfato es un sentido químico que fue de vital importancia en los orígenes de la humanidad, en aquellos tiempos, el hombre primitivo detectaba alimentos y ciertos eventos, al estar cercano al piso mediante la olfacción , al correr el tiempo con la llegada del hombre evolucionado, bipedestante , preponderaron los sentidos físicos como la vista y la audición .
Bajo este contexto se puso en valor este concepto tan importante ya que sin el olfato, por ejemplo, no podemos percibir el “sabor” de las comidas ya que el sabor es una sensación que se obtiene gracias a la mezcla, por así decirlo, de percepciones del gusto con el olfato propiamente dicho. Lo asegura el Dr. Jorge Sánchez Negrette,médico otorrinolaringólogo y responsable de la Unidad de la Vía Aérea del Hospital de Alta Complejidad “Pte. Juan Domingo Perón”.
Hoy en día sabemos que si se produce una pérdida del olfato tenemos mucha chance de padecer la enfermedad por covid 19.
¿Qué hacer ante este malestar?
La idea es no desesperarse y saber que «La mitad de los pacientes infectados con coronavirus sufrieron una alteración del olfato (53%) o del sabor en las comidas (52%), los expertos aseguran que un 20% de los pacientes pueden seguir sin oler nada tres meses después de resultar infectados. Para recuperarlo es decisivo rehabilitar este sentido, ayudarle a volver a identificar los olores perdidos por la destrucción sufrida en el epitelio olfatorio»
Se sabe que al principio de esta infección el paciente refiere que “se anula su olfato ( anosmia ) ” y que es frecuente que otros pacientes perciban olores que no están ni existen ( fantosmia ) o sientan de olores confusos y distorsionados.
Lo real de estos eventos es que además de ser molesto es peligrosos, ya que por ausencia de este sentido no advertimos situaciones de comprometedoras para la salud, como por ejemplo, presencia de humo o una fuga de gas entre otras cosas
La propuesta para paliar la situación es, concurrir a un médico otorrinolaringólogo, quien le realizara estudios y controles específicos, medicar con antioxidantes naturales como el ácido alfa lipoico de 600 a 1200 mg. día durante mínimo 90 días , y comenzar con la rehabilitación olfativa.
Los equipos de entrenamiento olfativo, son costosos y de difícil acceso, pero sabemos han aparecido en Europa test que no son más que aceites con cuatro esencias básicas y conocidas con aroma a rosa, limón, clavo de olor y eucalipto.
Nosotros recomendamos estas esencias (podemos sumar anís y vinagre) porque son olores conocidos por todos los formoseños.
Entrenamiento olfatorio
El entrenamiento se inicia de la siguiente manera:
Primero, el paciente debe tener a mano un dibujo, por ejemplo, de un limón, una foto de un jugo de limón o una galletita de limón; luego huele el olor a dicho cítrico durante 20 segundos, y así sucesivamente con cada aroma. La rehabilitación es un proceso rutinario que ocupa 10 minutos por la mañana y otros 10 por la tarde, durante un mínimo de 2 a 4 meses.
La causa de este fenómeno es que el coronavirus destruye las células que en el epitelio olfatorio dan soporte metabólico y estructural a las únicas neuronas del cerebro en contacto directo con el exterior estas son un numero de 20 a 30 millones.
El olfato se recuperará antes o después en función del daño estructural y de cuánto tarde la regeneración de esas neuronas. “Esas neuronas tienen que encontrar, de nuevo, su vía hacia el cerebro, y aprovechar la plasticidad cerebral de aprendizaje que tenemos los seres humanos. “El olfato, al que está dedicado el 3% del genoma –casi 400 genes– es el único sentido químico junto al gusto, donde las moléculas odorantes son procesadas en el cerebro e interpretadas como olores”, destaca Sandra Leiva medica otorrinolaringólogo, quien bromea con que la pandemia producida por el covid- 19, ha traído la anosmia al lenguaje habitual de los formoseños.
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La infección por coronavirus altera la percepción del olfato, su rehabilitación genera tres veces más posibilidades de recuperarlo y de manera más rápida.
La desaparición del olfato y los sabores sufrieron una preponderante importancia en esta pandemia. El olfato es un sentido químico que fue de vital importancia en los orígenes de la humanidad, en aquellos tiempos, el hombre primitivo detectaba alimentos y ciertos eventos, al estar cercano al piso mediante la olfacción , al correr el tiempo con la llegada del hombre evolucionado, bipedestante , preponderaron los sentidos físicos como la vista y la audición .
Bajo este contexto se puso en valor este concepto tan importante ya que sin el olfato, por ejemplo, no podemos percibir el “sabor” de las comidas ya que el sabor es una sensación que se obtiene gracias a la mezcla, por así decirlo, de percepciones del gusto con el olfato propiamente dicho. Asegura el Dr. Jorge Sánchez Negrette, médico otorrinolaringólogo y responsable de la Unidad de la Vía Aérea del Hospital de Alta Complejidad “Pte. Juan Domingo Perón”.
Hoy en día sabemos que si se produce una pérdida del olfato tenemos mucha chance de padecer la enfermedad por covid 19.
Entonces, ¿Qué hacer ante este malestar?
La idea es no desesperarse y saber que:
La mitad de los pacientes infectados con coronavirus sufrieron una alteración del olfato (53%) o del sabor en las comidas (52%), los expertos aseguran que un 20% de los pacientes pueden seguir sin oler nada tres meses después de resultar infectados. Para recuperarlo es decisivo rehabilitar este sentido, ayudarle a volver a identificar los olores perdidos por la destrucción sufrida en el epitelio olfatorio.
Se sabe que al principio de esta infección el paciente refiere que “se anula su olfato ( anosmia ) ” y que es frecuente que otros pacientes perciban olores que no están ni existen ( fantosmia ) o sientan de olores confusos y distorsionados.
Lo real de estos eventos es que además de ser molesto es peligrosos, ya que por ausencia de este sentido no advertimos situaciones de comprometedoras para la salud, como por ejemplo, presencia de humo o una fuga de gas entre otras cosas
La propuesta para paliar la situación es, concurrir a un médico otorrinolaringólogo, quien le realizara estudios y controles específicos, medicar con antioxidantes naturales como el ácido alfa lipoico de 600 a 1200 mg. día durante mínimo 90 días , y comenzar con la rehabilitación olfativa
Los equipos de entrenamiento olfativo, son costosos y de difícil acceso, pero sabemos han aparecido en Europa test que no son más que aceites con cuatro esencias básicas y conocidas con aroma a rosa, limón, clavo de olor y eucalipto.
Nosotros recomendamos estas esencias (podemos sumar anís y vinagre) porque son olores conocidos por todos los formoseños.
Entrenamiento olfatorio:
El entrenamiento se inicia de la siguiente manera:
Primero, el paciente debe tener a mano un dibujo, por ejemplo, de un limón, una foto de un jugo de limón o una galletita de limón; luego huele el olor a dicho cítrico durante 20 segundos, y así sucesivamente con cada aroma. La rehabilitación es un proceso rutinario que ocupa 10 minutos por la mañana y otros 10 por la tarde, durante un mínimo de 2 a 4 meses.
La causa de este fenómeno es que el coronavirus destruye las células que en el epitelio olfatorio dan soporte metabólico y estructural a las únicas neuronas del cerebro en contacto directo con el exterior estas son un numero de 20 a 30 millones.
El olfato se recuperará antes o después en función del daño estructural y de cuánto tarde la regeneración de esas neuronas. “Esas neuronas tienen que encontrar, de nuevo, su vía hacia el cerebro, y aprovechar la plasticidad cerebral de aprendizaje que tenemos los seres humanos. “El olfato, al que está dedicado el 3% del genoma –casi 400 genes– es el único sentido químico junto al gusto, donde las moléculas odorantes son procesadas en el cerebro e interpretadas como olores”, destaca Sandra Leiva medica otorrinolaringólogo, quien bromea con que la pandemia producida por el covid- 19, ha traído la anosmia al lenguaje habitual de los formoseños.
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