Formosa, 15 de marzo de 2024
La conmoción, la tristeza y la bronca. Los estados de ánimo fueron mutando en los colegas, en los amigos, en su grupo de militantes y los conocidos. No era para menos. Conocían la muerte de Carmen Beatriz Soria de 43 años en un día infernal en el que la sensación térmica pisó los 50 grados de calor en la provincia de Formosa.
Oriunda de la localidad de Ibarreta todos los días recorría los 35 km en moto para llegar a la escuela especial Nº25 de Estanislao del Campo. Llegar a su trabajo, su objetivo diario.
Trabajadora Social que hizo de su profesión una práctica valorada por las familias del pueblo y cientos de colegas que no dejan de recordar su solidaridad, su sonrisa y optimismo.
“Me auxilió en la ruta cuando me quedé con la moto” otra mamá escribió “me ayudó con trámites para mi niño” y una más dijo “José aprendió el Padre Nuestro con vos. Su mejor Catequista”.
Y el sentimiento se viralizo en el logo “Como Docente estoy de luto” porque si algo caracteriza al maestro es la unión cuando lo trágico les toca de cerca, fuerte y los conmueve. Porque tres hijos la esperaron esta tarde y nunca llegó. Porque esperan que su guardapolvo blanco en la ruta no sea en vano y se revea el dictado de clases al menos en el horario de la tarde.
Porque es la misma ruta donde los guardapolvos desfilan cada día cuando asoma y cae el sol en la Ruta 81.
