NOTAS: RESUMEN 2018
De hablar pausado y con la mirada directa al público, ella se presenta primero como Artesana y luego como Psicopedagoga. Nació en “El Palmarcito”, departamento de Ramón Lista y como la mayoría de las mujeres del pueblo indígena, mantiene ese saber ancestral de las artesanías.
Con mucho esfuerzo y voluntad construyó su lugar en un mundo universitario desconocido y diferente desde lo cultural y lingüístico. Pero el sueño de “ser alguien en la vida” por un lado y por el otro “Ser mujer wichí” no fue nada fácil. Así lo expresa al arrancar su exposición: “Ser mujer wichí, no es fácil”.
Es una jornada muy significativa para ella, la casa donde se formó y le permitió concretar su sueño de “ser una profesional” la convocó a celebrar el “Día de la Psicopedagogía” en una jornada académica con ponencias entre colegas en la Universidad Nacional de Formosa.
“La verdad, estoy muy orgullosa de estar en este lugar, de ser una profesional. Los primeros momentos de la carrera no fueron fáciles ya que me encontré con muchas dificultades. Me costaba adaptarme a este contexto, manejarme en una cultura muy distinta a la mía. Adaptarme a las dos lenguas fue todo un desafío”, recuerda Arminda.
Recuerda además, los años en que transitó la vida universitaria, al principio con inseguridades, tímidamente, superadas gracias a encontrar profesores que al decir de de Arminda: “estuvieron siempre motivándome y acompañándome en el día a día para que llegara a mi meta. Este paso lo di porque quería superarme. Y le puse voluntad, responsabilidad y el compromiso de querer ser alguien en la vida. Y hoy puedo afirmar que se logra. Estoy muy agradecida de haber encontrado personas que me apoyaron porque ser mujer wichí no es fácil. La parte afectiva fue la primera dificultad, estar lejos es muy fuerte; y es algo que quisiera transmitir a los jóvenes de mi comunidad, brindarles herramientas para la vida universitaria”.
A ella no solo le preocupa ayudar a los estudiantes universitarios de su pueblo sino también a las mujeres que llegan ya sea para consulta médica o las que quedan internadas en los hospitales públicos. Sabe también, que la comunicación es el primer obstáculo con el que tropiezan. Lo sabe desde su experiencia: “Tuve intervenciones en contextos como el hospital, donde acompañé a las mujeres wichí y son situaciones de aprendizaje porque se necesita de un acompañamiento bilingüe recurso fundamental para las mujeres”.
Como Psicopedagoga y futura Licenciada, expuso sobre el “Abordaje Psicopedagógico desde la Cultura Wichí” haciendo hincapié en las situaciones de aprendizaje.
Siempre hablando desde su experiencia, precisó: “El estudiante wichí tiene modos específicos de aprender. Pensemos primero ¿Cómo aprende un niño wichí? Investigar, pensar y entender teniendo en cuenta otras miradas como las de los padres, los familiares, tutores, directivos. Todos los actores que aportan información; Porque el aporte de esos conocimientos del entorno, nos ayudará a llegar al sujeto aprendiente. Una mirada abarcativa, es lo más importante”.
Agregó: “También se debe respetar la cultura y la lengua. Desde ahí pensar cómo enseñar. Pensar las estrategias con la mirada de que aprender es posible. Como Psicopedagoga empezaría desde ahí porque el contexto socio cultural es lo más muy importante.”
Con respecto a los estudiantes de la secundaria dice que es muy importante promover muchos aspectos como la orientación vocacional: “Hay que intervenir desde los primeros años de la escuela secundaria. Se pueden implementar talleres que serán de mucha ayuda cuando ingresen a la universidad. Talleres de lectura, comprensión de textos, técnicas de estudios. Todas estas herramientas condicionan y se agrava mucho más cuando se sale del contexto conocido”.
Por último, explica: “El desarrollo y el aprendizaje se dan en situaciones colectivas. Somos diversos con pensamientos distintos y el encuentro con el otro es determinante, escuchándolo y respetándolo, le permitirá aprender y hará más fácil la vida en la carrera que elijan”.